ALTO PIURA: ¡YA!
El alto Piura está en pie de lucha. Los agricultores y agricultoras se preparan para participar en una jornada que los enemigos del agro califican de violentista e innecesaria. Sin embargo, esta jornada es justa y necesaria porque pone sobre el tapete un tema que desde hace décadas sólo es un discurso conveniente para las campañas electorales.
La jornada convocada para mañana es justa porque la propuesta para desviar las aguas del río Huancabamba es factible y beneficiaría a miles de agricultores cuyos sueños son postergados desde hace cien años, más o menos.
La propuesta es justa porque el Alto Piura necesita de agua para convertirse en una dispensa alimentaria que abastecería al país entero y a parte del mundo pues muchos de los productos que se sembrarían son los llamados cultivos de exportación.
Con agua, el alto Piura cambiaría notablemente su panorama y los pequeños agricultores tendrían la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida pues el precio de los cultivos de exportación es mayor al que hoy reciben en el mercado interno.
Además, el Proyecto Alto Piura es necesario porque otras zonas de la región ingresan a la producción a gran escala de caña para Etanol y fomentan la disminución de las áreas destinadas a la producción de alimentos. Este panorama se repite en varios países y pone en riesgo el normal abastecimiento de productos destinados a nuestra alimentación.
Nosotros debemos apostar por el Alto Piura porque se ampliaría la frontera agrícola. Sólo así nos convertiríamos en productores de la comida que necesitamos en el Perú. Asegurar el abastecimiento de comida para todos y todas es una responsabilidad ineludible de todos los gobernantes que nos protegería del incremento de precios en el mercado internacional.
Como si esto fuera poco, el Alto Piura también traería beneficios para quienes vivimos en otras partes de la región pues la energía generada gracias al componente hidroenergético servirá para impulsar la industria y para iluminar más poblados.
El Alto Piura haría realidad la generación de más puestos de trabajos directos e indirectos. Con la producción de alimentos se puede generar la agroindustria y, con ella, se necesita de personal que brinde servicios como la selección, el empaque y el transporte de los productos.
Sin embargo, nuestras autoridades no son capaces de entender esta situación. Ellos prefieren las promesas incumplidas y el atraso del Alto Piura y la región entera.
Una muestra palpable es que en el partido de gobierno disparan con la escopeta de dos cañones. El presidente regional dice que todo está bien, que no debemos preocuparnos porque gracias a él todo marcha sobre ruedas.
En su mismo partido, el congresista Peralta alerta del peligro de la pérdida del dinero comprometido y culpa al Gobierno Regional de esta situación. Los dos cañones están bien ensebados y disparan con discursos para todos los auditorios.
Por eso, es fundamental, justo y necesario que la jornada de mañana sea contundente. Todos estamos en la obligación de gritarle a los sordos del Gobierno Regional y Central que el Alto Piura es necesario hoy más que nunca.
Tenemos que gritar a viva voz que estamos unidos, sólidos como nuestro espíritu ancestral y que nuestra Pachamama no puede seguir postergada en la larga espera de agua que la fecunde para producir los alimentos que tanto necesitamos.